miércoles, 4 de marzo de 2009

otra muestra de lo que escribo

Me encantaba pasar las vacaciones en la casa de la tía de una prima, tía que dentro del pueblo se había creado una reputación de bruja, la cual se gano por que desde que llego al no mencionado pueblo, llego alardeando de saber mucho y por lo menos algo de casi todos los temas. me encantaba pasar la vacaciones con ella porque era casi una manda que los días se hicieran largos y las noches muy cortas, discutiendo de temas muy diversos y a la ves complejos, no ahondare en una larga descripción de esos variados temas, solo de diré que ella siempre adjudico y afirmo que dios no existía, lo curioso es que ya cuando se encontraba en su lecho de muerte, me atreví a preguntarle una vez mas si creía en dios, a lo que ella respondió con un sincero y tranquilo “si”, intrigado por su cambio de perspectiva acerca del tema solo dije por que y ella contesto “en las circunstancias en las que me encuentro creo que no vale la pena, hacerme de mas enemigos”

2 comentarios:

Una poeta que llorò hasta romperse... dijo...

Dios me cae bien, aunque aveces le gusta ver hasta donde somos capaces de aguantar...
Hace muchos años los ingenieros supongo que tambien les atribuian una especie de poder sobrehumano...

Una poeta que llorò hasta romperse... dijo...

por cierto...no me escondo, supongo que nuestras horas de libertad no coinciden...s